jueves, 17 de junio de 2010

NO EXALTES TU PROBLEMA, EXALTA A TU DIOS...


No estoy diciendo que lo veas todo color de rosa. Porque eso no es ser realista. De hecho, el gozo puede definirse como “calmo deleite”. Esto significa que estás en paz, que sonríes, que sientes entusiasmo por tu futuro. Claro que tendrás problemas. Todos tenemos obstáculos que hay que vencer. Pero sabemos que Dios está al mando. Sabemos que nos lleva en la palma de su mano.

La clave es esta: tenemos que reentrenar nuestras mentes para que se aparten de las respuestas condicionadas negativas. Conozco gente que se deprime cada lunes por la mañana. No les gusta su trabajo, lo odian, y cada semana sufren de la depresión del lunes por la mañana.

No es de extrañar que los investigadores informen que hay setenta veces más probabilidades de sufrir un ataque cardíaco el lunes por la mañana, más que en cualquier otro momento de la semana, porque la gente está más tensa y estresada en ese momento.

En contraste, el apóstol Pablo dijo: “Sé vivir humildemente, y se tener abundancia en todo y por todo estoy enseñado, así para esta saciado como para tener hambre”. Piensa en eso. Dice; “Se…y estoy enseñado”. Es decir que esto no sucedió automáticamente. Lo aprendió. Tuvo que entrenar su mente para permanecer en paz. Para concentrarse en lo bueno y ver el lado positivo de las cosas.

Lo mismo debemos hacer nosotros. La felicidad no nos caerá de arriba. Es una decisión que tenemos que tomar. Ser positivos no es algo que necesariamente nos salga por naturaleza. Tenemos que decidirlo a diario. Nuestra mente por sí misma suele tender a lo negativo. Si no nos mantenemos a la ofensiva, poco a poco nos iremos amargando. Ya no sonreiremos tanto. Y pronto dejaremos de ser buena compañía porque en todo encontraremos falta. Criticaremos todo lo que veamos.

Niégate a permitir que esos hábitos negativos se arraiguen. Cuando dejas la cama por la mañana, sonríe. Establece el tono adecuado al iniciar cada día. Porque si no lo haces, alguien más lo hará por ti.

Marce, si sonrió o actúo como si estuviera de buen ánimo, estaría fingiendo porque en realidad estoy deprimido. Tengo tantos problemas.

Tienes que darte cuenta de que al sonreír, estás actuando con fe. Cuando sonríes, le envías un mensaje a todo tu cuerpo, que anuncia que todo estará bien. Si desarrollas esta actitud positiva de fe, estarás sembrando la semilla para que Dios obre en tu vida.

Es incuestionable que lo que entre en tu mente y corazón será lo que salga también. Claro que tus circunstancias pueden ser negativas. Y quizá no tengas todo lo que quisieras tener, como el puesto que tiene tu vecino, por ejemplo. Pero en lugar de poner automáticamente el sello de negativo antes de almacenar la información en tu mente, cambia de actitud. Recuérdate: Sé que Dios tiene reservado algo mejor para mi. Se que cuando una puerta se cierra, Dios puede abrir otra. Al hacerlo, tomarás esa situación negativa y le darás vuelta, para imprimirle el sello de lo positivo.

Puedes hacerlo aun en los momentos más difíciles. Quizá hayas perdido a un ser querido. Y sé que eso duele, pero nuestra actitud tiene que ser: “Sé donde está, Está en un lugar mejor, un lugar de gozo y de paz”. Al hacerlo, estamos sellando la experiencia como positiva.

Presta atención a aquello con lo que te alimentas. Estás almacenando más cosas positivas o negativas? No puedes sellar mentalmente todo como negativo y esperar que tu vida sea positiva y feliz.
Atrévete a CREER...avanza....

2 comentarios: